Bueno, contemplando este hermoso paisaje de Venezuela, Cayos de Chichirivichi, donde estuve hace poco visitando a mi familia, me doy cuenta de que la dualidad nos acompaña en todo momento, yo fui por el fallecimiento de mamá, pero en un entorno como ese, quien puede sentirse triste? Si, estábamos de duelo, pero seguíamos inmensamente vivos y podíamos disfrutar de un fin de semana en la playa que fué refrescante y maravilloso...
Quizá lo importante es que me di cuenta que yo era dueña de elegir quedarme en el dolor de los días anteriores, o situarme en el presente y dejar que el precioso entorno me emborrachara de felicidad, de vida y de esperanza.
Creo que aunque nunca lo comentamos, todos, incluso mi papá, que estaba inconsolable, disfrutó de buena gana y entendió que no debemos arrastrar el pasado, sino liberarlo, olvidarlo y superarlo para no perdernos lo bueno que tiene el presente, y construir a partir de allí un futuro mejor.
todos los días tenemos momentos tristes y alegres... veamos los tristes como si pasaran por nuestra ventana, y los alegres atesorémolos en nuestros corazones, para que nuestras vibraciones se mantengan altas y atraigamos mas de lo mismo... eso es en el fondo la creacion consciente...
Vigila desde el observador silencioso lo que ves pasar... deja entrar solo aquello que sirve a tus propósitos, y verás que pronto tu mundo cambia.
Aqui les dejo una enseñanza de Ramtha referente a dejar el pasado...
Cuando te deshagas de la necesidad
de excusarte a ti mismo, te mantendrás presente y te volverás analógico en el
momento. No hay huellas en un momento analógico. Las huellas sólo se miden en
el pasado; nunca se mide una huella en el momento presente. ¿Cómo puedes medir
las huellas de alguien si está parado sobre ellas? Si puedes captar eso y
luego llevarlo a la práctica, lo cual estimula la sinceridad con uno mismo y
ser vulnerable a la autocrítica, eso es lo que sucederá.Vas tener que observarte y decir:
«Esto es lo que soy, ¿y adonde llegué con esto? Tengo esto gracias a la vida
que he vivido». Si eso no te gusta, deja de vivir la vida que has vivido. Ahora
empezamos a entender la palabra cambio. Ahora empezamos a entender que debes
volver a nacer.
Ya deja de culpar a tus padres. Si
te has quedado con un resentimiento y no lo puedes dejar en libertad, entonces
deberías ponerle fin a ese resentimiento. Deberías hacerlo inmediatamente y a
toda velocidad, porque ese resentimiento siempre se interpondrá en el camino de
tus momentos de gloria, te los arrebatará.¿Y por qué? Por una idea de lo que
pudo haber sido. Es muy difícil imaginarse a uno mismo sin pasado, pero eso es
exactamente lo que deberías hacer.
El no dejar huellas no hace más que
eliminar la controversia con la familia, el culpar, el sentirse culpable, el
remordimiento, la vergüenza, la arrogancia; sólo los hace a un lado y se libra
de ellos. Y lo que encuentras no es una madre y un padre, sino dioses, personas
en la vida que tienen dificultades para sobrellevar sus propios resentimientos.
Nunca los cargues sobre tus espaldas; nunca sientas culpa porque ellos los
lleven sobre las suyas. Nunca te sientas culpable. Nunca sientas vergüenza.
Permítelos. ¿Cómo afecta eso a tu trabajo? Deja de vivir en el pasado y tal vez
descubras que eres un genio en el presente. Si dejas de vivir en el pasado,
tal vez descubras que tienes energía en el presente. ¿Sabías que cuando no
dejas huellas y practicas eso a diario, no hay en ti ninguna referencia para la
incapacidad? Ninguna. ¿De dónde vendría la incapacidad? Además, cuando practicas
esto, ¿qué es lo que no puedes hacer? No hay ninguna referencia que te muestre
en el pasado que sólo fuiste capaz de alcanzar ciertos objetivos. Si no tienes
eso como punto de referencia, ¿qué es lo que no puedes hacer?
Ramtha, Cruzar el Río.
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